viernes, 1 de noviembre de 2013

Nocteautores: Angel Villán

Después de un lapsus que hizo desaparecer esta sección en el mes de Octubre (mea culpa, mea culpa), continúo con el proyecto de presentar a autores de Nocte durante el año 2013. Y el voluntario que sale a la palestra (por no decir el patíbulo) es un aguerrido autor que aún bracea en las procelosas aguas editoriales para hacerse un sitio relevante: Ángel Villán.


¿A su favor? La juventud (aún ve de lejos la treintena), y una capacidad enorme para multiplicarse en actividades literarias. Personifica otro de esos casos que emerge de la publicación episódica en internet, y que ha sido infectado por la afición a los zombies (qué tendrán es@s chic@s putrefact@s). Aparte de Infectus, la novela que publicó con Editorial Séneca entre el 2010 y 2012, su nombre asoma en varias recopilaciones dedicadas al terror. Y lo que aún le queda... Si después de leer la entrevista aún queréis saber más sobre él, podéis indagar en su blog.

1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo? 
Realmente no llegué a pensar en publicar, simplemente me había creado un nuevo “hobby” que resultaba ser el contar una historia a un montón de gente –por aquel entonces estaba escribiendo un laaargo relato en un foro de internet-. Fue el apoyo de los lectores los que me animaron a mirar más allá, a decirme que mi historia merecía la pena ser publicada. Alentado por ese empuje, creé una página web propia donde colgar el primer capítulo revisado, hacerlo “oficial”, por si algún día colaba. Y vaya si coló. Fue directamente la editorial la que se puso en contacto conmigo antes incluso de que hubiese escrito el final, ofreciéndome publicar. En resumen, yo no pensé en publicar, si no que fueron primero los lectores y después el editor quien me hicieron ver que tenía algo bueno entre manos. 

2. ¿Cómo ha sido, hasta ahora, tu experiencia en el mundo editorial? 
Supongo que como todo comienzo: duro. La editorial que contactó conmigo era pequeña, por lo que sufrió enormemente la presión de la crisis (de hecho estuvo a punto de desaparecer) y eso repercutió directamente en la distribución del libro. Aun así no me puedo quejar, cuando al año siguiente me dieron los resultados de las ventas ciertamente no me lo creí, me parecían muchísimas para no haber “pisado librería”. Lo que sí es cierto es que eché el resto con la promoción del libro, lo he movido por cada lugar donde he podido y aunque al final acabé haciendo todos los papeles de esta obra de teatro –escritor, editor, corrector, portadista, promotor…- la lucha creo que ha merecido la pena. 

3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras? 
Generalmente en la música. Cuando escucho una de esas canciones que de verdad te llegan, como si fuese una banda sonora, la mayoría de las veces se genera en mi imaginación una escena que acompaña a la perfección a dicha canción. Suena a tontería, pero las escenas de las que más orgulloso estoy de escribir salieron de tal forma. Llegados a este punto los engranajes de mi mente comienzan a buscar un padre y una madre a esa escena huérfana. La mayoría de las ocasiones queda aparcada, pero en muchas otras suele ser la mecha que hace explotar algo aquí dentro. Algo que tiene que salir sea como sea. 

4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela? 
La respuesta de manual sería decir que, como nuestros hijos, cada uno es distinto y los quiero por igual. Pero no es así. Debo reconocer que hasta ahora, la gran mayoría de los relatos que he escrito, si tuviese todo el tiempo y empuje que querría, podrían haberse convertido en novela, o al menos en mi cabeza la idea funcionaba genial, y es que siempre que empiezo a escribir empiezo a enlazar nuevas ideas, con nuevas tramas, personajes… y debo ponerle punto y final porque ya me pasé del límite. Pero como yo no soy uno de esos afortunados que pueden vivir de lo que escriben, y además la escritura debo compaginarla con muchas otras aficiones que roban mi tiempo, debo apretar los dientes y conformarme con esa gotita del vaso que podría haber sido. 

5. ¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir? 
Hasta el momento, no mucho. Aunque suene aterrador que tu PC se bloquee justo antes de guardar tus datos o que de un día para otro no quiera arrancar más y pierdas toda la información, la informática me ha servido de poco en los argumentos que hasta ahora he tratado. Y siendo sincero, espero que siga siendo así… 

6. Aparte de la escritura “literaria”, ¿hay algún otro medio que practiques, o que te gustaría probar? (poesía, periodismo, teatro, guión de cine/cómic/tv...) 
Yo quiero contar historias. Quiero sacar de mi mente esas escenas de las que hablaba antes. Si he acabado en la literatura es porque ni sé dibujar, ni tengo los medios para llevarlas al cine. Digamos que me he conformado con el medio “low cost”, pues no puedo negar que me encantaría ver algún día de forma visual todo aquello que escribo. Si supierais la emoción que siento cada vez que me encuentro con alguna ilustración que alguien decidió hacer inspirado en lo que escribí… 

7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar? 
Me dejo llevar totalmente. Soy incapaz de escribir “obligado”, pues creo que no es bueno aquello que sale forzado. También es cierto que por culpa de esto mi ritmo sea una constante montaña rusa donde puedo estar semanas e incluso meses sin escribir una línea… 


8. La pastilla azul hace que seas un Best-Seller mundial. La pastilla roja hace que te estudien en la escuela cuando pasen los años. Tú eliges.... 
Aquí toca ser sinceros. Quiero hacer historias, no historia. No pretendo que alguien se le caiga la mandíbula por lo bien elaborada que está mi prosa, si no porque en un giro inesperado le he dejado patas arriba todo lo que pensaba. Quiero que el lector se meta dentro de mi imaginación, no hacer un alarde de técnica… 

9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario... 
Pues en estos momentos el barco está sin rumbo, ciertamente. Comencé con una novela de ciencia ficción que está prácticamente acabada, solo falta la gran traca final. Sin embargo, creé un “universo” tan rico y jugoso detrás que, paralelamente a la novela, he ido escribiendo (y publicando) relatos ambientados en su trasfondo. Finalmente, para no empezar la casa por el tejado, voy a recrearme con tranquilidad a través de esos relatos entrelazados para culminar la obra global con la novela, sentadas y afirmadas sus bases. Mientras tanto ya tengo otras ideas en la cabeza, de las cuales no sé si atreverme con una ambientación histórica –de la cual tengo ganas de embarcarme desde hace años- o desengrasar los dedos con algo más sencillo. 

10. ¿Qué libro rescatarías a toda costa de tu biblioteca? 
Esa es una pregunta muy, muy difícil. Hay libros muy especiales para mi, y cada uno tiene su historia. Quizás si me voy a lo sentimental, podría escoger el libro que más veces leí cuando era un criajo: Colmillo Blanco. Si me voy a lo “profesional”, sin duda me quedaría con el que marcó un antes y un después en mi afición por el terror: Fantasmas, de David Koontz, pues habiéndole cogido con unos tiernos diez u once añitos, descubrí que incluso leyendo puedes estar noches y noches sin dormir, sumido en pesadillas… 

11. ¿La última novela que has leído y recomendarías? 
El Terror, de Dan Simmons. Particularmente me encantó cómo mezcló la historia real con la fantasía, algo que me ha motivado bastante para atreverme con mi propio proyecto histórico al que le llevo dando vueltas tanto tiempo. 

12. ¿En qué personaje literario te reencarnarías? 
Ender, con todos sus sobrenombres. 

13. ¿Edición tradicional, o edición digital? 
No hay que elegir cuando se pueden –y deben- tener ambas. Lo exclusivo y lo masivo. Edición tradicional cuidada y acabados esmerados, con su tapa dura, sus ilustraciones, su olor a libro, su tacto, su dedicatoria del autor… Y edición digital, barata, muy barata, que no duela en el bolsillo haberte equivocado, accesible para todo el mundo, cómoda de llevar y manejar donde, cuando y como te dé la gana. 

14. ¿Con qué escritor te gustaría coincidir en un ascensor? ¿Qué le preguntarías? 
Con J.R.R. Tolkien. Le preguntaría cómo demonios pudo vivir con tal universo en su cabeza, sacarlo de cualquier forma y no morir en el intento… 

15. ¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar? 
Supongo que será compartido por muchos colegas de letras, pero sería tan especial… Que una de mis historias se llevase a la gran pantalla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario