martes, 7 de mayo de 2013

Bocados de Miel y Sal

Ayer fue un día pródigo en noticias. Y el título del artículo supongo que es bastante clarificador en cuanto a la variedad de satisfacción que me produjeron, así que voy a proceder a ir desglosándolas:

En primer lugar, me llegó la mejor de las novedades. Y es que (salvo causas de fuerza mayor), me han invitado a formar parte de una presentación que tendrá lugar en la próxima Feria del Libro de Madrid. Será la segunda vez que acuda a un evento semejante, después de mi "bautismo de fuego" en el año 2010, cuando me invitaron a promocionar El Secreto de los Dioses Olvidados. En esta ocasión, además, firmaré ejemplares junto a otros autores, así que tendré la suerte de poder repartirme el miedo escénico con ellos. El único inconveniente va a ser conseguir una foto adecuada para la promoción, porque mi capacidad cuasi vampírica para eludir los objetivos fotográficos juega ahora en mi contra. Así que, a partir de ahora, procuraré manteneros informados sobre fechas y horarios por si a alguno de vosotros os apetece aprovechar la oportunidad y saludarme.


("Blood scrivener", de One-Vox)

La segunda noticia me llegó mientras aún estaba disfrutando de la primera. En este caso, se trataba de importantes novedades respecto a una convocatoria Steampunk y de mis opciones de participar en ella. Lo cual me alegró, porque es un proyecto de antología al que le tenía ganas desde que se anunció, y por el hecho de que, si los planes de los organizadores se cumplen, puede que vea publicado otro de mis relatos antes de que acabe el año. En esta ocasión, y como ya empieza a ser habitual, una historia ubicada dentro del género Gaslamp. Al fin y al cabo, está claro que no puedo dejar de incluir la magia y los seres sobrenaturales en mis recreaciones victorianas (y que, el día que se publique Umbrales, contará con un botón de muestra muuuy grande para probarlo).

La última de las noticias fue el trago avinagrado del día, que por suerte pasó después a ser "de Módena". Me explico: al mediodía se hicieron públicos los fallos del jurado y de la votación popular para el VIII Concurso de primavera de Ábretelibro!. Para la ocasión he participado con un relato de trazas "Gaimaniacas", en el que tenía depositadas muchas esperanzas, y que ha recibido buenas críticas en ese sentido. Sin embargo, y para mi desolación, no logré estar entre los primeros en ninguna de las categorías. Amargor que quedó rebajado después, al realizarse la votación no-oficial (o "gala eurovisiva") del concurso. Ahí me situé entre los diez primeros, disfrutando de ese mínimo premio de consolación a la espera de que se anuncie qué relatos serán publicados en la futura antología.
Así pues, buenas noticias en general y razones para seguir dando de qué hablar en los próximos meses. Ojalá que no sean las últimas.




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