Mi último proyecto sigue adelante. Y aunque mantengo activado el modo "moderadamente optimista", sigo incrementando el número de páginas del manuscrito día a día. Lo cual me lleva al título de este post.
El hecho es que, si bien queda aún un buen trecho antes de que la novela "cobre cuerpo", el volumen de texto acumulado me obliga a considerar el siguiente paso en el proceso de escritura: comenzar a sentarme delante del ordenador e ir tecleando. La experiencia personal me dice que, si espero a tener el manuscrito terminado, el proceso se vuelve bastante tedioso ("El Secreto de los Dioses Olvidados" me enseñó que hay pocas cosas como tener que pasar a limpio varios miles de palabras, e ir haciendo una primera reescritura al mismo tiempo).
Por otra parte, el hecho de poder disponer del texto impreso siempre es motivo de ánimo. En mi caso, por pocas páginas que sean, personalmente me hace sentir que el manuscrito está más cerca de ser publicado. Así pues, a partir de esta semana me toca ir compaginando la creación de nuevos pasajes con la tarea de "escriba" (lo de la reescritura lo dejo para cuando tenga todo el texto impreso).
¡¡Hasta pronto con, espero, nuevas y mejores noticias!!
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