viernes, 17 de enero de 2014

"Wild Cards II: Ases en lo Alto" (VV AA)

Seis meses después de comentar mis impresiones sobre Wild Cards I, retomo al fin este interesante universo para hacer balance de lo que da de sí el segundo tomo de la saga editada y coordinada por George R R Martin.

Y es que, tras el extenso prólogo que supone el primer libro, Ases en lo Alto es la primera historia que se centra en una aventura concreta sin realizar (muchos) saltos en el tiempo. En este caso, nos encontramos a mediados de los 80 (aunque los prolegómenos se sitúan en 1979), buena parte de los personajes que conocimos en el primer volumen han alcanzado la madurez y la sociedad ya está completamente acostumbrada a la presencia de los Ases y los Jokers, que han pasado a formar parte de su vida cotidiana (con programas televisivos dedicados a sus aventuras, entre otras cosas).

Para comenzar, me gustaría resaltar un elemento del universo Wild Card que se ha visto afectado en su versión en castellano por el hecho de tardar tanto en editarse (26 años): la aventura transcurre en un momento cuasi contemporáneo al de su publicación. Pero lo que era "de actualidad" cuando se escribió Wild Cards II ha acabado por convertirse en ajeno para una parte de sus lectores. Así que imaginar la ambientación y entender ciertos conceptos les resultará fácil a quienes superen la treintena, pero no tanto a los jóvenes. Ese juego de "un universo ficticio, pero muy cercano" (propio de editoriales de cómic como Marvel), que se pudo manejar cuando se publicó por primera vez, se ha perdido con el paso del tiempo. Lo cual es una pena.


¿Cuál es la misión que deben enfrentar los Ases en esta primera aventura? Pues podemos decir que Martin se atrevió a combinar tres elementos con una gran capacidad de evocación para los lectores de fantasía y ciencia ficción: los cultos de deidades inhumanas (en una clara referencia a los Mitos de Lovecraft), la amenaza extraterrestre (germen de toda la saga, que aquí añade toques propios del Warhammer 40000 y la Guerra de los Mundos), junto con la obvia temática del superhumano "por accidente" que fundamenta a los protagonistas. Una mezcla explosiva que, sin embargo, sabe sacar adelante con una loable solvencia. De hecho, la invasión alienígena permanece durante la mayor parte de la historia como una Espada de Damocles que unos quieren evitar y otros colaborar a que suceda; ayudando a mantener la tensión y forzando a continuar la lectura para saber cómo va a resolverse la situación. 

Por cierto, y para refrescar memorias, hay que recordar que los términos de As y Joker no se refieren tanto a pertenecer a un bando al lado de la justicia o enfrentado a ella, si no a la cualidad de la mutación que el virus Wild Card produjo en el individuo. Durante la historia veremos a personajes cuyos poderes les permitirían ser héroes, comportándose como villanos. Y no será en una o dos ocasiones...

En cuanto a los personajes, ya conocemos a la mayoría del anterior volumen: el doctor Tachyon, la Poderosa Tortuga, Fortunato, Chrysalis, El Durmiente...; pero a la lista inicial deberemos añadir el buscavidas Jube, el cibernético Modular Man, la inestable Lilly Water y el muy peculiar Capitán Trips, además de toda una nómina de villanos y secundarios que, muy probablemente volverán en próximos tomos. Asímismo, y por la peculiar naturaleza de la propia saga, se nos ofrecen algunos capítulos cuya función principal es ahondar en la psique de ciertos personajes. En concreto, la Poderosa Tortuga y Modular Man. Estudiando los cambios (a peor) que le han conllevado la madurez, en el caso del primero; y sirviendo un curioso contraste de naturalezas entre el creador y la máquina autoevolucionado en el caso del segundo. Aunque, eso sí, el protagonismo principal acaba por recaer en Tachyon y Jube, en los cuales acaban depositándose nuestras esperanzas de que la crisis se resuelva con bien. Y con Martin por en medio, ya se sabe que eso no suele ocurrir.

(portada de una de las ediciones americanas del libro)

Personalmente, debo decir que he disfrutado bastante de este libro. A pesar de la variedad de plumas que han intervenido en su elaboración, el tono se mantiene de una manera bastante homogénea durante toda la narración. Y, una vez más, reitero que es una pena que la saga no haya encontrado acomodo antes en el mercado editorial nacional (aunque, en poco más de un año, ya están disponibles cuatro de los doce tomos iniciales); quizá el tema del universo de superhéroes, o ese primer volumen "introductorio" se considerasen un problema para acometer el proyecto. Pero al fin ha llegado, y los aficionados a la fantasía heroica estamos de enhorabuena porque el inicio promete.

Finalmente, volver a decir que este libro sigue siendo una lectura recomendable para los lectores de Novela Gráfica. Esos que disfrutan al caminar por un mundo más sucio que brillante, junto a unos héroes dotados de múltiples tonos de gris. Y eso sin contar cuando se asoman a los callejones oscuros y se topan con quienes viven allí...


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