WIP (Work in Progress) es un vocablo inglés muy común en el ámbito de artistas (de cualquier disciplina) en internet. Dibujantes, pintores, escultores... se refieren de esta manera a los "avances" de obras que están llevando a cabo, y que ofrecen para su apreciación a los visitantes de blogs u otras páginas.
Yo, a excepción de los avances que publiqué de "Umbrales", no soy muy amigo de colgar fragmentos de lo que escribo. No por desconfianza a que alguien "se me adelante" o la idea sea copiada por otras personas. Más bien se debe a una cierta superstición a que la obra se quede sin acabar. Ya sabéis... no vender la piel del oso... Aunque, eso sí, a veces les envío una copia de mi último relato a algunos amigos para que me den su opinión y le saquen alguna pega.
El caso es que estos días, con tres proyectos abiertos simultáneamente, la cantidad de WIP se acumula. Porque, además de lo anterior, se suman los artículos para el blog y otros relatos que intento escribir para concursos que me han resultado interesantes. Eso supone apartarse de la tele y el ordenador (o, al menos, hacer que no me distraigan), e intentar que me llegue la inspiración mientras le doy una y mil vueltas a las ideas que se me han ocurrido.
Y, al intentar poner algo de orden en todo ese caos, es como he conseguido enfrentarme a esta visión.
Lo obvio, a primera vista, es que soy un enamorado de las Moleskines. Desde que escribí "El secreto de los Dioses Olvidados", me cuesta concebir ningún manuscrito si no está en alguna de las variantes de esta marca. La cosa es que, aunque algunos están destinados a proyectos concretos o usos específicos, también se puede comprobar que he acumulado una buena cantidad de ellos para usos "genéricos". Haciendo un recuento fácil, todos los cuadernos que no estén etiquetados corresponden a esa categoría. Pero, como siempre pienso que "ya le daré utilidad", acabó por comprarme un cuaderno nuevo en cuanto empiezo a acumular cuartillas sueltas (o me dejo en casa el que esté usando en ese momento al irme de viaje). Y ahora que Moleskine vende packs de 3 por 1...
¿Parece poco? Pues la montaña crecería si incluyera las libretas y cuadernos "para apuntar ideas", que están archivados porque los agoté. Y aunque la mayoría de las páginas conservan ideas que nunca he usado, constituyen un fondo de armario bastante útil a la hora de luchar contra la falta de inspiración.
Total... que repasar el WIP puede dar para mucho. Hasta para escribir un articulillo "de relleno".
Yo, a excepción de los avances que publiqué de "Umbrales", no soy muy amigo de colgar fragmentos de lo que escribo. No por desconfianza a que alguien "se me adelante" o la idea sea copiada por otras personas. Más bien se debe a una cierta superstición a que la obra se quede sin acabar. Ya sabéis... no vender la piel del oso... Aunque, eso sí, a veces les envío una copia de mi último relato a algunos amigos para que me den su opinión y le saquen alguna pega.
El caso es que estos días, con tres proyectos abiertos simultáneamente, la cantidad de WIP se acumula. Porque, además de lo anterior, se suman los artículos para el blog y otros relatos que intento escribir para concursos que me han resultado interesantes. Eso supone apartarse de la tele y el ordenador (o, al menos, hacer que no me distraigan), e intentar que me llegue la inspiración mientras le doy una y mil vueltas a las ideas que se me han ocurrido.
Y, al intentar poner algo de orden en todo ese caos, es como he conseguido enfrentarme a esta visión.
Lo obvio, a primera vista, es que soy un enamorado de las Moleskines. Desde que escribí "El secreto de los Dioses Olvidados", me cuesta concebir ningún manuscrito si no está en alguna de las variantes de esta marca. La cosa es que, aunque algunos están destinados a proyectos concretos o usos específicos, también se puede comprobar que he acumulado una buena cantidad de ellos para usos "genéricos". Haciendo un recuento fácil, todos los cuadernos que no estén etiquetados corresponden a esa categoría. Pero, como siempre pienso que "ya le daré utilidad", acabó por comprarme un cuaderno nuevo en cuanto empiezo a acumular cuartillas sueltas (o me dejo en casa el que esté usando en ese momento al irme de viaje). Y ahora que Moleskine vende packs de 3 por 1...
¿Parece poco? Pues la montaña crecería si incluyera las libretas y cuadernos "para apuntar ideas", que están archivados porque los agoté. Y aunque la mayoría de las páginas conservan ideas que nunca he usado, constituyen un fondo de armario bastante útil a la hora de luchar contra la falta de inspiración.
Total... que repasar el WIP puede dar para mucho. Hasta para escribir un articulillo "de relleno".
Bueno... me faltó añadirlo al artículo, pero es que yo (por miedo a no tener papel y boli a mano cuando me hicieran falta) he acabado teniendo "el cuaderno de la mochila de paseo, el de la mesita de noche, el de por si acaso..."
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