miércoles, 30 de diciembre de 2009

Otros autores: Montse de Paz

Acabamos el 2009 con una de las promesas del mundo literario a la que más respeto y admiro: Montse de Paz. La conocí a través de sus "Andanzas de una escritora", cuando "Estirpe salvaje" aún no era más que la ilusión de una apuesta personal. Gracias a las vivencias que narró en el blog aprendí un montón de cosas sobre la experiencia del autor novel, y a todo aquel que empieza a soñar con publicar le recomiendo que le eche un vistazo. Ojalá algún día podamos encontrarnos "cara a cara" y podamos comparar nuestra evolución. Seguro que será una charla tan interesante como las respuestas a éste cuestionario.



1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿qué te motivó a hacerlo?
Me motivaron un buen amigo y mi mentora, la escritora Montserrat Rico, cuando leyeron algunos fragmentos de mi primera novela y me animaron a buscar editorial. Hasta entonces, ¡jamás lo había pensado!

2. ¿Cómo ha sido hasta ahora tu experiencia en el mundo editorial?
¿Cómo describirla? Con intensos claroscuros. Los claros ilusionados tras firmar un contrato, el ritmo trepidante de trabajo hasta ver publicada la obra y los oscuros silencios de la espera… ¿Aceptarán publicarla?

3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras?
No la busco, ¡me viene! Mi mente rebosa y cuando me siento a escribir sólo tengo que poner en palabras las historias que han brotado dentro de mí. Reflexionando bien, supongo que son fruto de una mezcolanza de lecturas, recuerdos, experiencias personales y un puñado de imaginación.

4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela?
En novela me siento cómoda, porque suelo centrarme en la vida de unos personajes y narrar su historia, más o menos larga. Jamás había escrito cuentos hasta que comencé a participar en los foros literarios. Me animé y hasta ahora he escrito más de sesenta… Los relatos breves, para mí, son auténticos divertimentos y ensayos. En ellos pruebo formas, estilos y temas muy variados. Me lo paso bien e intento ampliar las posibilidades de mi prosa. Los comentarios y críticas de los compañeros ayudan mucho. Pero creo que no soy una gran cuentista. Se me dan mejor los relatos largos.

5. ¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir?
Mis estudios me aportaron lecturas muy variadas, y eso creo que ha influido en mi estilo, o al menos me ha aportado fluidez y riqueza de vocabulario. También me han hecho exigente con mis lecturas. Mi profesión me ha llevado a vivir muchas experiencias y conocer a gentes muy diversas, creo que el bagaje que he adquirido con mi trabajo me ha permitido ahondar en la psicología humana y en las motivaciones más profundas de las personas. Esto ayuda a la hora de construir personajes complejos y verosímiles.

6. ¿No crees que actualmente se enfoca demasiado la carrera de escritor hacia la consecución del éxito editorial, sacrificando incluso la calidad literaria?
Sí. La cultura del éxito lo inunda todo y la literatura no deja de entrar en la rueda del mercado, donde lo que más importa es vender. Me parece que todos los escritores aspiramos a la calidad, pero en el mundo editorial no estoy segura de que la excelencia prime sobre los resultados económicos. Las editoriales son empresas, finalmente. A veces, lo mediocre o lo banal vende mucho. Es lo que yo llamo “literatura hamburguesa”. Sin embargo, en ese afán por vender, por alcanzar el éxito, hay algo que los escritores difícilmente podemos arrancar de nosotros mismos. Más allá del querer ganar dinero vendiendo nuestras obras, abrigamos el deseo profundo de que muchos nos lean. Creo que el afán de dejar huella, de ser reconocidos y recordados, pesa incluso más que las cifras de ventas. Conjugar la humildad con la excelencia y el apasionamiento es un reto diario. Por lo menos, el mío.

7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar?
Cuando estoy escribiendo una novela, le dedico un par o tres de horas cada noche. Recién acabada, hago un primer repaso de todo el texto para corregir. Suelo escribir entre una y dos novelas cada año, pero no lo planifico mucho. Cuando llega el momento, la inspiración llama a la puerta y me dice: ¡empieza ya! Y no puedo resistirme a esa llamada. Una vez comienzo, no puedo parar hasta ver la obra terminada.

8. ¿Hay algún manuscrito que guardes en un cajón porque aún no lo consideres suficientemente bueno?
Ja, ja, sí… Tengo mi baúl de los “trastos”. Pero espero rescatar esos tesoros herrumbrosos algún día y sacarles brillo para poder presentarlos en sociedad.

9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario...
Mi agente tiene en su haber tres novelas mías pendientes de colocar. ¿Mi proyecto más inmediato? ¡Publicar alguna de éstas! Y mientras tanto, seguir escribiendo.

10. ¿Qué libro rescatarías a toda costa de tu biblioteca?
Hay varios… Si solamente pudiera rescatar uno, sería la Biblia.

11. ¿La última novela que has leído y recomendarías?
Mansura, de Félix de Azúa. Un ejemplo magnífico de novela histórica, narrada en una prosa brillante, con una punta de humor deliciosamente ácida y desprovista de prejuicios moralizantes y anacrónicos.

12. ¿Con qué personaje literario te identificarías?
¡Qué pregunta más difícil! Identificarme, no lo sé, pero ha habido muchos con los que me he sentido emocionalmente conectada. Hay uno que en mi infancia me cautivó, por su lealtad a una misión y su perseverancia a toda prueba, Miguel Strogoff, el correo del zar, que protagoniza la novela de Julio Verne con el mismo título. Otro personaje del que me enamoré fue Héctor, de la Ilíada: el hombre fiel a su ciudad y a su familia, intrépido hasta la muerte. Si buscara un personaje femenino... vuelvo a la antigua Grecia: al coraje de Antígona, la libertad de conciencia frente al poder.

13. ¿Permitirías que adaptasen alguna de tus obras al cine?
Me emocionaría mucho… Sí, lo haría, aunque me temo que sufriría, porque soy muy quisquillosa y pediría que se adaptara con la máxima fidelidad a la obra original.

14. Aparte de escribir, ¿practicas alguna otra disciplina artística?
Hace unos años tocaba la flauta, rasgueaba la guitarra y hasta aprendí algo de piano. Pero nunca he tenido mucho tiempo para la música. También solía dibujar y pintar, esa fue mi faceta artística más conocida durante muchos años. En el colegio, todas mis compañeras me pedían que les hiciera dibujos. Se me daba bien y me gustaba mucho. Mis primeros relatos fueron cuentos ilustrados por mí misma, incluso conservo algunos intentos de cómic. Luego lo fui dejando y me decanté por las letras.

15. ¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar?
Sí, claro. Publicar todos los libros que he escrito… y unos cuantos más.

Gracias por esta entrevista, Pantagruel. Un abrazo,

Elisabet

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