jueves, 17 de mayo de 2018

Presentando a Monozuki (IV)

Siguiendo con ésta serie de artículos breves sobre la novela, ha llegado el momento de tratar uno de los temas principales que la componen: el greenpunk, y el papel que juegan los kaijus alrededor de ese concepto.

Para empezar, tengo que reconocer la enorme influencia que ejerció La princesa Mononoke en el relato breve que sirvió de base para la novela. Negar que los kaijus del universo de Monozuki están emparentados con los seres del bosque de la película de Ghibli sería mentir. Aunque luego, al desarrollar su origen y el papel que desempeñarían, hayan acabado por adquirir su propia idiosincrasia. En la filosofía animista que defiende Monozuki, los kaijus tienen mucho de encarnación de la furia de la Naturaleza. Pero de una clase que, si se respeta, también protege a quienes viven en su entorno. De hecho, la convivencia entre los humanos y los kaijus se sustenta en el compromiso de defensa de los unos para con los otros. Una convivencia difícil, he de decir, y que es parte muy importante de la trama.


Otro aspecto del greenpunk que aparece en la novela es el uso de tecnologías amigables con la Naturaleza, y ciertos detalles de bioingeniería. Artefactos que me sirvieron para ejemplificar la disposición de éstas gentes a usar los recursos naturales de una manera distinta a la que conocemos. Aparte de una forma de energía eléctrica bastante exótica, que se puede considerar "limpia" (los cristarrayos). Y, si no añadí muchos más de éstos elementos, fue por dos motivos principales: el primero, que esos artefactos debían de resultar plausibles y no siempre es fácil conseguirlo (ojalá tuviera el bagaje de ingeniería de Eduardo Vaquerizo); el segundo, que debía dedicarle espacio también a otras tecnologías más "tradicionales", que conviven con la peculiar electricidad que usan en éste universo (la fuerza del vapor, que a todo fan del steampunk le cuesta dejar atrás, la polvora...), amén de permitir que el lector entendiese hasta qué punto es agresiva con el medio ambiente la tecnología que usan los villanos de la historia. 

¿Qué más puedo decir? Pues que ésta primera experiencia con el greenpunk ha resultado al final desafiantemente enriquecedora, y espero volver pronto a estos universos con una historia que guste tanto, o más, que ésta. 


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