jueves, 4 de enero de 2018

Biblioteca Práctica

Aparte de mi afición por la Fantasía y la Ciencia-Ficción, he confesado ya en varias ocasiones cuánto disfruto con la literatura divulgativa; pero tanto con los ensayos de pura intención didáctica, como las crónicas históricas, los libros de viaje o la historia bélica. De hecho, y aunque reconozco que guardo listas de webs con información interesante cuando me hacen falta, poder ir a la librería y consultar éste o aquel ejemplar sobre cierto tema es un placer inigualable. Así que quisiera recomendaros unos cuantos textos, pensando en su utilidad como obras de consulta a la hora de preparar algún proyecto literario (ya sea relato, o novela), y de paso daros alguna idea para acabar la carta a los Reyes Magos. 

Winter is coming, de Carolyne Larrington. Como se puede adivinar por el título, se trata de un libro centrado en la saga de Canción de Hielo y Fuego (Juego de Tronos, para los mortales). Escrito hacia el final de la quinta temporada, pero sin perder de vista los libros publicados, realiza un análisis histórico y literario para ir señalando los posibles ejemplos que le han servido de inspiración (matanzas durante celebraciones, doncella guerreras, sociedades secretas de asesinos...); a la vez que compara las sociedades y los personajes de los Siete Reinos con la realidad de Europa y Oriente en la edad media.


Como aficionado a la historia, es obvio que tenía una idea bastante aproximada sobre la procedencia de algunos de los elementos “reales” que ha usado George R. R. Martin para crear su universo y algunos de los momentos más impactantes de los libros. Sin embargo, muchas de las fuentes literarias que cita Larrington (las sagas nórdicas, sobre todo) me eran desconocidas, y me ha sorprendido con anécdotas históricas y costumbres del pasado de las que no tenía constancia. Además, la parte final del libro incluye una lista de webs y libros en los que encontrar más información y encontrar artículos sobre curiosidades. Si lo recomiendo es porque sirve para demostrar, como con otras obras de fantasía “clásicas”, que muchos de los cimientos bajo los que se asienten sus increíbles palacios, las criaturas maravillosas y hasta el origen de sus héroes suele ser un préstamos de la historia pasada o las viejas leyendas medievales.


Enfermedades que cambiaron la historia, de Pedro Gargantilla. Aunque, personalmente, hubiese agradecido que el autor se extendiese mucho más en detalles técnicos, el hecho es que presenta un nutrido ejemplo de enfermedades que han influido en el curso de la historia de un modo más o menos evidente: desde los efectos secundarios de beber líquidos que contienen plomo (en la Antigua Roma), a las posibles alucinaciones de Juana de Arco, la hemofilia como un mal “de nobles” (y la causa de que Rasputín entrase en la corte del Zar), o el efecto de trasladar enfermedades a lugares donde no se poseen anticuerpos específicos (como ocurrió en América).


Mi razón principal para recomendar este libro es porque ese surtido de casos puede servirnos para crear los efectos de una plaga alienígena, o explicar el trasfondo de un personaje. Igualmente, ahora que está en boga la fantasía de Martin o Abercrombie, más sucia que épica, no está de más contar con una fuente de información sobre los males que podrían atacar a los protagonistas durante sus andanzas.


20 grandes conspiraciones de la historia, de Santiago Camacho. La intención principal de este texto es hacer una recopilación de hechos históricos relevantes, tanto antiguos como “contemporáneos”, cuyas circunstancias han acabado por resultar sospechosas; ofreciendo al lector información que le permita cuestionarse la veracidad de la “versión oficial”. Eso sí, debo señalar que algunas de esas especulaciones caen, a veces, dentro de las más puras teorías conspiranoicas (una tendencia que se puede achacar a que el autor sea un habitual de publicaciones sobre temas paranormales, o colaborador de Cuarto Milenio). Así, se mezclan capítulos en los que se habla del origen pagano de mucha de la doctrina cristiana y su violencia inicial contra quien la pusiera en duda, las terribles consecuencias de las pruebas nucleares con personas en los EEUU, las sospechas de asesinato en la muerte de Marilyn Monroe y otros personajes de los 60, o las incongruencias en la investigación del aceite de colza... Frente a teorías que, personalmente, considero más rocambolescas, como la existencia de los Sabios de Sión, la conjura jesuíta-masónica tras el gobierno de los EEUU, o la locura esotérica que habría dominado al régimen nazi. Eso sí, todos ellos con abundancia de detalles “coloridos” y una amplia bibliografia.


¿Qué razones tengo para aconsejar este libro, entonces? Pues, sobre todo, porque brinda un nutrido catálogo de grupos de poder a lo largo de la historia, muy prácticos para cualquiera que esté pensando en escribir un thriller dentro de la tendencia de “sociedades secretas que controlan el mundo”. Asimismo, proporciona una buena cantidad de ejemplos sobre “encubrimientos de la verdad”, motivaciones para organizar conjuras y medios con los que urdir una conspiración, que pueden inspirar muchas historias. Además de que, por otro lado, también sirve como una fuente de consulta si hemos pensado en usar alguno de esos casos dentro de nuestra trama.


Y hasta aquí mis recomendaciones. Aunque, si os han gustado, podemos hurgar en la biblioteca y ofreceros algunas más.

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