martes, 31 de diciembre de 2013

Repasando el 2013

Para el último día del año, y copiando la idea de la manera más burda a la mayoría de cadenas televisivas, me pareció que lo más apropiado es un resumen con lo más destacado de los anteriores 364 días. En especial porque el 2013 ha servido para fijar una nueva marca a superar en lo que a "obras publicadas durante el año" se refiere. Pero ha habido algunas cosas más, y no está de más recordarlo (con efecto especial clásico incluido)


Ya que han servido para abrir cada mes, lo primero de lo que toca hablar son las entrevistas realizadas en Párrafos Perturbados. Este año, por aquello de las implicaciones del número 13 con la superstición y el terror, decidí que sería una buena idea convertir la sección del Cuestionario en un apartado temático. Y por suerte para mí, unos cuantos de los miembros de NOCTE se avinieron a contestar a mis preguntas. En total fueron once entrevistas, que han servido para dar a conocer una buena cantidad de obras de terror patrio, y a sus respectivos autores: algunos cuya carrera empieza a subir como la espuma, otros cuya trayectoria les convierte en veteranos del mundo editorial, alguna dama que oculta su lado oscuro bajo un sonrisa beatífica, y algún que otro joven con ganas de despuntar...


En segundo lugar, me apetece comentar ciertos detalles sobre los relatos que han ido publicándose a lo largo del año. Una actividad que se concentró sobre todo durante los primeros meses, cierto es, pero también sirvió para que me cargara de ánimos para la segunda mitad del año.

El relato que "rompió el hielo" de este año fue La caja mágica, incluido en la recopilación de relatos de Primavera del 2012 del foro Abretelibro!. Una historia breve e intimista, que ya había circulado por otros concursos. Si me alegró verlo publicado es porque el concurso del foro, año tras año, se ha enriquecido con participantes de bastante calidad. Y aunque siga sin conseguir el triunfo en ninguna de las convocatorias, aparecer entre los mejor valorados es un premio en sí.

Poco después se publicó la colección de cuentos que, personalmente, mayor relevancia ha tenido en este año en cuanto a "mejora del currículum": Ácronos. Para la ocasión, y con la idea en mente de distinguirme entre los demás relatos, acabé presentando Wukan Inké: un relato ubicado en un far-west dominado por la magia tribal de los indios, pero cuya idea original había sido un relato en el espacio... casi veinte años atrás. Teniendo en cuenta que el 2013 ha acabado siendo el año en que las editoriales "descubrieron" el Steampunk escrito en España, me alegra no haberme quedado fuera de este movimiento.

En primavera, mi suerte continuó gracias a la publicación de El sueño de volar. Un relato cuyo recorrido es casi tan curioso como el del anterior. Escrito primero como un ejercicio para un taller literario, luego se recortó para aparecer en un concurso de Mensa y finalmente lo aceptaron en Ekto Magazine. Otra historia intimista, que vuelve a situarse en ese intervalo entre el final del XIX y el principio del XX al que tengo tanta querencia. Lo único malo es el hecho de que, por lo visto, Ekto nació y probablemente murió en ese número 1. Porque me hubiese encantado volver a participar.

El otoño, después de una espera que se me hizo bastante larga, me dio la oportunidad de estrenarme con un género que se puede considerar en las antípodas de mi estilo habitual: el relato infantil. Cuentos de Ciudad Esmeralda, con un propósito altruísta al que fue muy complicado resistirse, me ayudó a redactar una idea que llevaba un tiempo intentar poner en negro sobre blanco (inspirada por la influencia que tuvo La Historia Interminable en mi juventud). En mi opinión el resultado fue bastante satisfactorio, aunque sigo esperando críticas de personas fuera de mi círculo de amistades.

Finalmente, un poco antes de que llegara el invierno, vio la luz una segunda recopilación de relatos auspiciada por Abretelibro!. En esta ocasión, se trataba de los relatos seleccionados de entre los participantes en su concurso de Ciencia Ficción. Extrañamente, siendo uno de los géneros que mejor debería manejar, acabé rescatando un relato de tiempo atrás que no consiguió destacar entre el resto de obras. Betia Tría explora las posibilidades de unir computadores y cerebros orgánicos, junto a una temática clásica (que siempre me ha atraído): la autoconsciencia de las IA, si bien el planteamiento no caló en los lectores y ha sido de mis participaciones menos exitosas en los concursos del foro.

(Gothicus, ilustración de Sketchbook)

Otro aspecto que ha ocupado bastantes artículos del blog han sido las reseñas de libros. Desde que empecé a colaborar en Melibro, he procurado publicar al menos una reseña al mes. Una intención que no siempre ha sido fácil de cumplir, pues en los momentos de mayor actividad de escritura suelo desconectar de la lectura de cualquier libro. Finalmente, sólo hubo tiempo para comentar siete obras, aunque confío en que aquellos que lean mis artículos puedan usar mi opinión para decidir si quieren sumergirse en las páginas del libro. Eso sí, este año la ciencia ficción ha ganado por goleada al resto de géneros. Salvo por la aparición de La Princesa Prometida, las historias con toques futuristas o retro-futuristas han sido las protagonistas de mis reseñas.


Una de las razones para que haya consumido tanta ciencia ficción radica, seguramente, en el hecho de que los proyectos que he ido manejando durante el año iban encaminados a ese género. Pero, mientras que las ideas para relatos han salido adelante con mayor o menor éxito (por los comentarios de mis lectores críticos, quisiera tener aún más confianza en ellos), los proyectos para historias de mayor recorrido se han estancado igual que me había ocurrido en el pasado. Esto ha acabado produciendo un atasco considerable que, espero, pueda aligerar al inicio del 2014. Hay al menos tres historias cuya trama tengo clara, y quisiera retomar para poder darles el punto final: una novela de terror, una historia steampunk-pulp, y la secuela de Úmbrales, cuyo desarrollo se detuvo hace tiempo y mi tendencia a la dispersión ha dejado aparcada mucho más tiempo del que quisiera. Por otra parte, puedo decir que el año que viene debería empezar con la aparición de varias recopilaciones en las que estoy muy orgulloso de haber participado. Y que espero sirvan para seguir dándome a conocer entre los lectores de steampunk y terror.


Por último, relacionado con todo lo anterior, debo hablar de mi participación en eventos literarios. La mayoría de los cuales ha estado relacionada con mi introducción en los círculos del Steampunk nacional. Y aquí hay que hacer un apartado para unas personas que se merecen toda mi admiración: Josué Ramos (coordinador de Ácronos) y Janaceck Jadehierro, de los mayores fans del movimiento steampunk y organizador de uno de los eventos nacionales destinados a promocionarlo. Con ellos he coincidido en varias de las presentaciones que se hicieron de la antología (la más importante, en la Feria del Libro), y puedo decir sin temor a equivocarme que son la personificación de la ilusión por un proyecto, cada uno en su campo.

En cualquier caso, y reconociendo que me gustaría volver a repetir con la cita en la Feria del Libro, este año que viene procuraré estar atento a cualquier evento Steam y no dejar pasar algo como el MadLab. De hecho, mi intención es intentar estar "hasta en la sopa". A ver si así conseguimos que este dirigible despegue finalmente y nos colocamos un escalón más arriba en el mundillo editorial.

Y hasta aquí mi breve resumen del 2013. Nos vemos (y leemos, espero) en el


No hay comentarios:

Publicar un comentario