viernes, 22 de marzo de 2013

El 13 es mi número

A lo largo de mi vida, el número 13 se me ha cruzado unas cuantas veces. Y no puedo decir que me haya arrepentido de esos encuentros. Si no fuera porque siempre he considerado el 5 como mi número de la suerte, creo que el 13 estaría ganando muchos puntos para subirse al top one. El hecho es que este 2013 parece empeñado en darme motivos para sonreír cada muy poco tiempo. Ya comente e hiperpublicité las dos obras que han incluido relatos míos durante Enero y Febrero (igualando el número de colaboraciones del año pasado); pero es que esa marca puede ser superada ampliamente en los meses que aún quedan por pasar. Y esta entrada viene a servir de prólogo/introducción/teaser trailer...

Para comenzar, hechos consumados. Uno que me ha alegrado especialmente, ha sido descubrir que ya dispongo de mi propia ficha personal en la página de Tercera Fundación. Para mí, estar registrado allí es síntoma de existir en el mundillo de la ciencia-ficción. Eso sí, he tenido que usar mi nombre completo para poder distinguirme del resto de escritores, traductores e ilustradores (cosas de disponer de los apellidos más "vulgares" de este país). Aún hay que completarla con datos de algunos de los relatos de las recopilaciones de Abretelibro!, pero ahí está (y en la barra lateral, para que cualquiera pueda consultarla).




("horizon", de maarten)

En mi cada vez más habitual referencia a relatos publicados, comentar la que será mi siguiente "muesca" como narrador. Esta vez con toques de internacionalidad, puesto que la revista Ekto Magazine me ha confirmado que van a contar conmigo en su número inaugural. Será con un relato más bien realista-histórico, aunque al ambientarlo a principios del siglo XX tampoco me he ido tan lejos de mi "espacio de confianza". Este proyecto, que me ha llegado a través de un amigo, no creo que tarde en contar con muchos autores dispuestos a llamar a su puerta. Al fin y al cabo, el hecho de aparecer traducido en cuatro idiomas te otorga una proyección difícil de conseguir en condiciones normales.

Siguiendo con las notas sobre relatos a publicar (y ese nuevo récord personal que podría marcarme), estoy a la espera de que aparezcan otros dos recopilatorios de Abretelibro!. En primer lugar, una antología sobre ciencia-ficción (en la cual hubiese querido hacer un mejor papel); y después, aguardo noticias sobre la posible publicación de las historias que participaron en una convocatoria "improvisada": en este caso, se trataba de desarrollar tramas terroríficas en torno a la Navidad. De hecho, si esta recopilación no llega a publicarse, confío en que pueda triunfar en algún otro concurso, como hizo en el foro.

Una noticia más cercana, es mi próxima participación en las jornadas de Dystopic Madrid. Ya lo comenté en mi anterior entrada, pero ahora ya tengo datos más concretos que ofrecer: la charla-taller sobre escritura de relatos será el día 28 (como ya había adelantado), a partir de las 18:00. Sin embargo, animo a todo el mundo a acudir a Chapinería y descubrir de qué serán capaces los aficionados que se reúnan allí. También adelanto que será la primera vez que me enfrente al público con la intención de "compartir mis conocimientos", y espero poder salvar el terrible miedo escénico de semejante escenario.
Y eso es todo, por ahora.





martes, 12 de marzo de 2013

Actualizaciones y Noticias retro...

Este mes no he estado muy activo, así que ya iba siendo hora de que volviese a dedicarle algo de atención al blog. Y, de hecho, la parte inicial de mi artículo va a estar dedicada a una actualización obligada. La cosa es que hoy, hablando con una conocida sobre los relatos que tengo publicados, no he sabido cómo dirigirla hacia las versiones en ebook de los mismos. Lo cual me ha preocupado, puesto que estaba seguro de que era posible encontrar una versión digital de las recopilaciones que lleva a cabo Abretelibro!.
Finalmente, y tras algunos quebraderos de cabeza, he conseguido localizar esas versiones. Así que, desde este momento, ya se puede elegir entre el formato digital o el "tradicional" en mi Lista de Obras Publicadas. La verdad es que debo entonar un "mea culpa" muy grande, porque se trata de una opción que debería haber estado disponible desde el primer momento. Pero confesaré mi inocencia al pensar que ambas versiones eran accesibles desde la misma editorial.
En segundo lugar, quiero hablar sobre "Dystopic Madrid", las jornadas retrofuturistas que tendrán lugar durante la semana santa en la región de Madrid. Nótese que hablo de la región, puesto que van a realizarse en el pueblo de Chapinería, situado a 48 Kms al Sudoeste de la capital. Y que no se piense que lo hago con desprecio, ya que en esta localidad tienen el honor de haber realizado una jornadas similares el año pasado. Una iniciativa de la que es responsable en gran parte Janaceck Jadehierro, uno de los autores con los que he coincidido en "Ácronos", la antología steampunk publicada recientemente.


En lo tocante a mí, me alegra comentar que se me ha ofrecido participar en un taller sobre relatos el día 28. Así que, si nada me lo impide, espero estar allí y no pasar demasiada vergüenza en mi primera actuación en semejante tesitura. Mi propósito, desde luego, es compartir con los presentes mi experiencia y procurar ofrecerles cuantos consejos se me ocurran. En caso de que no lo consiga, siempre será una gran oportunidad para observar la capacidad de mi rostro para manejarse en los tonos del magenta al rojo purpúreo. ¿Acaso puedo dar alguna razón mejor?
¿Qué más? Pues que ahora mismo ando trabajando sobre varios relatos que, espero, consigan publicarse durante este año. Nuevos puntos de apoyo para escalar un poco más en el mundillo literario, gracias al Steampunk, el Terror y la temática Infantil (no, no me he equivocado. Infantil).




lunes, 4 de marzo de 2013

"La Princesa Prometida" de William Goldman

(reseña previamente publicada en Melibro)

—Hola, soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir.

No puedo recordar muchas frases que tengan la capacidad de evocación de estas palabras. Desde que en 1987 apareció la adaptación cinematográfica de La Princesa Prometida (escrita por el propio Goldman), escuchar la frase de Iñigo Montoya conlleva pensar en aventuras, piratas, amor verdadero, amor traicionado, duelos a espada, mujeres hermosas, venenos, tortura, y un sinfín de emociones más. Para el resto de admiradores de la película supongo que también resultará complicado leer el libro sin asociar el rostro de ciertos actores con los personajes que encarnaron: Robin Wright como Buttercup, André el Gigante como Fezzik, o Mandy Patinkin como Iñigo Montoya.

Sin embargo, a pesar de la fidelidad de la película, leer La Princesa Prometida supone (como es habitual al comparar versiones) descubrir toda una serie de aspectos desconocidos de la historia. Para empezar, nos encontramos con un elaborado artificio por el cual Goldman resulta que no es el verdadero autor del libro. A lo largo de los primeros capítulos nos relata cómo se convirtió en su lectura favorita durante la niñez, y la desilusión que sufre al leerlo por sí mismo en la edad adulta. La historia que su padre le contaba mientras estaba enfermo nunca fue la obra que él creía conocer. En realidad, es un tostón redactado por un tal Simon Morgenstern.


(sorprendente portada para la edición de Ballantine Books, en 1974)

Así, envuelta en ácidas anécdotas sobre su vida matrimonial (ficticias, pues la familia descrita no es la suya) y chistes a costa de la profesión de escritor y guionista que él practica, nos narra la decisión que acabó adaptando: realizar una versión anotada de La Princesa Prometida, seleccionando sólo aquellos pasajes que formaban parte de sus recuerdos de la niñez. El resultado es pintoresco y gracioso a partes iguales. En mitad del texto nos toparemos por sorpresa con notas de Goldman que hacen referencia al pasaje, a por qué ha eliminado el fragmento que iba a continuación, o a la forma en que su padre se lo narró por primera vez en la infancia. Una suerte de juego de complicidad con el lector que considero uno de sus aciertos más brillantes.

Para los improbables desconocedores de la trama, valga aquí una sucinta explicación: En el remoto reino de Florin, la joven Buttercup, dotada de una belleza sin parangón, se ha enamorado del mozo de cuadras que trabaja para su familia: Westley. El joven, que la ha amado en secreto durante años, se marcha a América con la promesa de volver cuando sea un hombre de fortuna. Poco después, sin embargo, llegan funestas noticias y Buttercup se jura que nunca más volverá a amar. Pero su belleza ya está en boca de todos para entonces y el principe Humperdinck la escoge para ser su esposa, a sabiendas incluso de que ella no le amará jamás. A partir de entonces la vida de Buttercup va a correr peligro a cada momento, pues un oscuro complot provoca que la secuestren. Y los villanos encargados de hacerlo (la organización criminal más efectiva del mundo), no tendrán reparos en enfrentarse al temible pirata Roberts para llevar a cabo la tarea encomendada. Eso sin contar las innumerables amenazas, de las más variopintas naturalezas, que les aguardan en el camino. En último término, además, la joven aspirante a princesa deberá afrontar las consecuencias de prometerse a un príncipe desalmado sin amarlo realmente.


(el reino de Florin, con todos sus pintorescos lugares)

Entre la galería de personajes que discurren por la historia, tenemos buenos paradigmáticos (Buttercup y Westley), malos estereotípicos (el príncipe Humperdinck y el retorcido conde Rugen), y toda una serie de secundarios pintorescos (taumaturgos despechados, cuidadores de zoos peculiares, genios del crimen, nobles ridículos...). De estos, el gigante Fezzik y el espadachín Iñigo Montoya sufren una doble evolución; pues de villanos pasan a héroes y con ello van ganando importancia en el relato hasta ser parte del elenco principal, lo cual les ha hecho ganarse un lugar muy especial en el corazón de los admiradores de la historia. Impregnados de mucho del aroma de los cuentos de hadas y las novelas de aventuras, a los que Goldman añade un toque de humor ácido, todos cumplen su función con creces, colaborando a entretenernos y sacarnos sonrisas (salpimentadas con inesperadas desgracias) hasta el inevitable y ¿satisfactorio? Final Feliz.

Para aquellos a quienes haya picado la curiosidad, hacerles notar que se publicó una edición especial con motivo del 30 aniversario de la publicación de la novela, con bastante material adicional (incluida la escena que nunca fue publicada originalmente, y la secuela inconclusa).

viernes, 1 de marzo de 2013

Nocteutores: José Alberto Arias

El mes de Marzo ha llegado, y toca comenzarlo con la habitual presentación de un escritor que aspira a más. Hoy le damos la bienvenida a un joven jienense, al que su edad no le ha impedido acumular un admirable bagaje de experiencia en el mundillo de la escritura.


José Alberto Arias es un talento emergente desde el año 2010, cuando publicó su primera novela: La Traición de Wendy. Y desde entonces puede presumir de una ingente actividad como redactor en revistas, escritor de cuentos y novelas, y hasta de practicar el noble arte de la rima. Actualmente está a la espera de publicar una antología de relatos centrados en la región que le vio nacer, y sigue viviendo en Madrid tras beneficiarse el año pasado de un beca de la Fundación Residencia de Estudiantes de Madrid. Por mi parte, además de sentir una enorme envidia, no puedo hacer más que cederle este espacio para que podáis conocerle.
1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo?
Creo que empecé a pensar en la publicación a los 18 años. Ya llevaba varios años escribiendo narrativa, principalmente relato, aunque también terminé una novela de la que ahora me avergüenzo. La cuestión es que mi frenética actividad –todas las semanas terminaba un relato- me hizo plantearme publicar, pero aún no sabía cómo funciona el mundo editorial. Llegué incluso a fantasear con la autopublicación, aunque me alegra no haberlo hecho. Cuatro años después, con 22, publiqué mi primera novela, La traición de Wendy, fruto de un premio literario, y comenzaron a lloverme oportunidades para participar en diversos proyectos literarios. Ante todo siempre he procurado ser honesto con lo que escribía, más allá de las perspectivas editoriales, y tuve la suerte de obtener este galardón que me procuró una primera publicación potente.
2. ¿Cómo ha sido, hasta ahora, tu experiencia en el mundo editorial?
Creo que, a grandes rasgos, bastante decepcionante. Tras todo el tiempo, trabajo e ilusión invertidos en un proyecto literario, es fácil encontrar una actitud autómata por parte de los editores, ya que, al fin y al cabo, para ellos es su negocio. Siento que no se me ha tenido demasiado en cuenta más allá de escribir el texto y enviarlo, pero estoy seguro de que tiene que haber editoriales con gente que le devuelva la magia al oficio.
3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras?
Esto es un compendio de mil fuentes, mil inspiraciones, mil excusas. Desde situaciones en mi día a día a la última canción que descubro una mañana de camino al curro en la radio. Lo que tengo claro es que mi obra bebe mucho de todo lo que, como consumidor de cultura, devoro: cine, música, literatura, televisión, Internet… Hay veces incluso en las que he soñado algo que después he narrado o que un sueño me ha resuelto la trama de una novela.
4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela?
Depende de la historia y del compromiso al que te quieras someter. Una novela puede llevar varios años; un relato, con suerte, puede escribirse del tirón y salir bien, pero por lo general requiere más mimo en la escritura y composición; por su parte, la novela requiere que esa dedicación se vuelque en sus personajes y lugares al tratarse de una historia de largo recorrido.
5. ¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir?
Para ser sincero, poco. Creo que, de haber estudiado matemáticas –he estudiado básicamente idiomas- habría acabado llegando a este mismo punto. Sin embargo, es cierto que Traducción me permitió cursar varias asignaturas de literatura, así como conocer personalmente a autores como Erika Martínez o Antonio Carvajal en la Universidad de Granada. Cómo no, al tratarse de una asignatura de letras ha fomentado mi curiosidad por otras culturas, y este aspecto sociológico funciona en pos de mi construcción de personajes y elección de espacios y ambientación.
6. ¿Son los foros literarios el mejor medio de promoción de los autores noveles?
Lo malo de los foros literarios es que son medios muy reducidos que, al cabo del tiempo, pasan a transformarse en lugares autocomplacientes donde siempre pueden darse cita los mismos autores. En cuanto a la promoción, estoy convencido de que el contacto directo que pueda mantener un autor con sus lectores es el mejor mecanismo a seguir. Por otra parte, contar con una presencia asegurada en medios tradicionales puede seguir siendo la mejor forma de darse a conocer, aunque todo depende de las aspiraciones que cada autor tenga para con su obra.
7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar?
Siempre procuro mantener cierta constancia, esto es, escribir al menos un poco cada día, aunque por cuestiones de tiempo cada vez resulta más difícil. Creo que, sobre todo al trabajar en proyectos complejos como una novela, escribir un poco todos los días es la mejor estrategia para no oxidarse y mantener la atención en la historia. Si no es posible, siempre queda la opción del cuaderno garabateado donde anotar ideas y posibles desarrollos para cuando haya tiempo.


8. ¿Hay algún manuscrito que guardes en un cajón porque aún no lo consideres suficientemente bueno?
Guardo algún manuscrito en un cajón que no logro colocar a una editorial, a pesar de que lo considero bueno. Se trata de El Desencantador, una novela juvenil que se aleja del concepto de novela juvenil y exige algo más al lector. Dado que se trata de mi proyecto concluso más reciente, espero encontrar una editorial arriesgada que quiera apostar por este viaje de crecimiento a través del cine. Aparte, cuento con muchos relatos que no publicaría, y sí, una vieja novela que, desde la perspectiva actual, tampoco me gustaría publicar.
9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario...
Son muchos, aunque estoy bastante parado. Estoy a punto de publicar, en marzo o abril, Nosotros, que poseemos la tierra; se trata de mi primera antología o libro de relatos, con un tono común de misterio y terror, todos ambientados en la sierra de Jaén. Esto se debe en gran parte a que se trata del libro con el que gané el Premio Diputación de Jaén para Autores Noveles, si bien no deja de tratarse de historias universales.
Sin embargo, el proyecto gordo es una novela de género (llámalo new weird, llámalo como quieras) titulada Queridos niños, sobre un mundo donde mueren todos los adultos y las relaciones que se establecen entre los niños y su historia de supervivencia. Además, trabajo en una novela juvenil parte de una posible saga atípica, así como en una infantil que no he hecho más que empezar. Desde luego, me gusta contar con diversos proyectos a la vez para ir alternando por si me satura alguno.
10. Qué te falta por hacer ¿Plantar un árbol? ¿Tener un hijo?
Me faltan demasiadas cosas. Lo del hijo, por ejemplo, sería un buen comienzo. Me queda mucho mundo por ver, muchos árboles por plantar (más allá de los habituales pinos), pero ante todo me quedan muchas lecturas y mucho que escribir. Sobre todo, cientos de historias, eso es.
11. ¿La última novela que has leído y recomendarías?
No puedo pensar en la última en sí, ya que estoy en muchas lecturas a la vez, pero podría recomendar el que es para mí el mejor libro del año pasado: Medusa, de Ricardo Menéndez Salmón. De hecho, todo lo que este gijonés ha publicado. Y una editorial tan bonita como Blackie Books, que siempre me logra sorprender.
12. ¿En qué personaje literario te reencarnarías?
Sin duda alguna, en Holden Caulfield, por su insolente e inevitable adolescencia, sus errores y pocos aciertos, porque, a pesar de ser un adolescente insufrible, está lleno de corazón.
13. ¿Edición tradicional, o edición digital?
Sin duda, edición tradicional por un motivo sencillo: mi querencia por el objeto, esa especie de fetichismo de los libros bonitos. Muchos libros los he descubierto gracias a una edición cuidada, y adoro ir a librerías y bibliotecas donde casi todos los libros son objetos que me gustaría tener en casa. No soy muy funcional, la verdad, aunque comprendo las ventajas que tienen para muchas personas los libros electrónicos, pero no seré yo quien dé el primer paso.
14. Aparte de escribir, ¿practicas alguna otra disciplina artística?
Toco fatal la trompeta. En la guardería donde trabajo me toca todo tipo de manualidades, y cuando era pequeño me fascinaba dibujar. De hecho, aún hay veces en que fantaseo con escribir un cómic e ilustrarlo yo mismo. Tal vez la otra disciplina donde me siento algo cómodo es la fotografía, aunque prácticamente soy amateur y he aprendido de forma autodidacta, dejándome llevar por la intuición.
15. ¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar?
Supongo que son muchos y de muy distinta naturaleza. En lo literario, supongo que publicar un libro de poesía digno. También, cómo no, pegar algún pelotazo en una editorial donde me sienta a gusto. En cuanto a lo personal, encontrar un trabajo que me haga feliz y me permita compatibilizar con la escritura, si no relacionado de manera directa con ésta. Por encima de todos mis sueños está el de vivir un tiempo en Australia o en una casa cerca del mar. Que no se nos acaben los sueños, que no nos quiten las ganas de luchar.