jueves, 22 de marzo de 2012

Pequeñas satisfacciones a la espera de una gran noticia

Es posible que alguno piense que no estoy totalmente satisfecho de la noticia que quiero dar. Pues que el título del artículo no le lleve a engaño. Bien es cierto que, desde que dí por concluido el primer volumen de "La Tierra Asediada", todo mi afán es poder anunciar que la saga va a comenzar a publicarse. Así que perdonad si la ansiedad, a veces, hace que valore menos un éxito. Y este lo es. Vayamos por partes. En Octubre del año pasado, leía de pronto que una de mis amistades se hacía eco de una "Antología del Steampunk" en Facebook. En su nota, hacía referencia a que los organizadores habían invitado a Victor Conde (ganador del Minotauro en 2010) para que participara en la misma. Mi respuesta, de inmediato, fue hacer pública mi envidia. Tanto "El secreto de los dioses olvidados" como "Umbrales" estaban desarrolladas bajo un cierto prisma "retropunk", del cual ya he declarado mi profunda admiración. Así que ocupar un sitio en esa antología se me antojaba como algo genial. Mi sorpresa vino después. Primero, cuando la persona que me hizo llegar la existencia de esta iniciativa me propuso directamente que me ofreciera a los organizadores. Supongo que debo de pecar de inocente más aún de lo que yo creo, porque les mandé un correo (después de pensármelo bastante) sintiéndome un caradura de tomo y lomo (en realidad, consultándoles por las fechas topes de entrega y sin hacer ninguna referencia a mi identidad más que a través del enlace a este blog que hay en mi firma). La segunda sorpresa llegó con la respuesta de Josué, uno de los organizadores, que se sintió muy contento al haber descubierto que tenía publicada una novela y quiso preguntarme si aceptaría que me nombrasen en su lista de "autores invitados".
(imagen original de voitv) Confieso que esa propuesta me hizo sentir sobre los hombros una gran responsabilidad. En mi opinión, decir que sí era admitir tácitamente que iba a entregar un relato al certamen. Y realmente no tenía nada pensado. Así que iba a obligarme a escribir algo. Algo bueno, porque lo que se publicara sería un ejemplo de lo que los (mejores) aficionados españoles al steampunk somos capaces de crear. Así que dije que sí, y empecé a sentir sudores fríos. ¿Qué iba a presentar? Cosas del destino, esa misma noche mi subconsciente decidió trabajar en el camino correcto y me recordó cierto relato de temática espacial que ha estado mucho tiempo entre mi cuaderno de manuscritos. Había estado pensando que, buscando algo original, podía trasladar la ambientación del relato lejos del Londres victoriano. Algún lugar un poco más exótico. Y entonces, el recuerdo de ese homenaje adolescente a "Alien" se enredó en alguna neurona de mi memoria con las nociones de cierto juego de rol llamado "Deadlands". Y surgió la chispa de la idea. Mi historia sucedería en el Far West, en una combinación de lo steampunk y un renacimiento de los poderes místicos de los nativos americanos. Tras mucho retocar y reconvertir los decorados espaciales en peligrosas praderas, envié mi relato y esperé el resultado. Ayer, la página en Facebook de la Antología comunicaba que, tras debatir el jurado, ya se habían puesto en contacto con los autores escogidos y, por tanto, la selección de relatos estaba cerrada. Tremendo jarro de agua fría, porque yo no tenía conocimiento de nada. Así que cogí mi máscara, me puse al órgano y empecé a desgranar notas tristes tras comentar en Facebook mi desgracia. Hasta que, un rato después, Josué me comunicaba que, como Autor Invitado, sí iba a formar parte de la Antología. Supongo que esto es algo parecido a ser secundario en una peli y que el día del estreno te saquen de entre "los mortales" para hacerte pasar por la alfombra roja. Tras un lanzamiento controlado de cohetes, me queda esperar a que la obra aparezca en papel. Aún no hay fecha, pero sí la información que os puedo proporcionar: con el título de "Ácronos. Antología Steampunk", será publicada en cuanto haya una editorial dispuesta. Aunque no se conoce la identidad de todos los participantes, sí os puedo remitir a la lista de Autores Invitados que (supongo) apareceremos en ella. Y muy pronto espero poder dar más datos sobre esta satisfacción personal. (Podéis seguir el desarrollo en la página de Facebook de la Antología)

viernes, 16 de marzo de 2012

Lecturas Útiles: "Diario del Año de la Peste"

A principios de este año hice referencia a mi lista de lecturas pendientes, entre las cuales se encontraba esta obra de Daniel Defoe. Y hoy, una vez concluida la lectura, toca al fin hacer una reseña diferente. Diferente porque, además de comentar mi opinión sobre ella, quiero hacer mención de los factores de "utilidad" que he encontrado.

Sobre todo, se deben tener en cuenta las peculiaridades del "Diario del año de la peste". Porque todo en ella es realismo. Hechos verídicos de boca de quienes lo vivieron. Y a la vez es ficción, prosa cuidadosamente elegida para causar un determinado efecto en su lector. Precursora al mismo tiempo del periodismo histórico y de la "ficción historicista".

Vayamos por partes. La terrible peste que azotó Londres, y a la cual hace referencia la novela, sucedió en 1665. Aunque los cálculos aún se discuten, estiman en cien mil los muertos por la enfermedad durante el año (de otoño a otoño) que se prolongó la plaga. En aquel momento Daniel Defoe sólo era un niño de cinco años así que, por supuesto, fue ajeno a muchos de los hechos que tuvieron lugar. Pero casi sesenta años después, en 1721, la peste se convirtió de nuevo en tema de conversación al abatirse sobre Provenza. Entonces, aprovechando "el tirón", Defoe escribe este falso diario de un supuesto superviviente. Para lo cual aprovechó sus recuerdos de infancia, además de entrevistarse con personas que pudieron relatarle de primera mano lo ocurrido.


La narración, aderezada con datos reales (estadísticas de fallecimientos, referencias a textos oficiales o disposiciones legales...), es un relato pormenorizado de cómo evolucionó la enfermedad y la sociedad londinense con ella. Desde los primeros brotes hasta el reconocimiento oficial de la plaga, sin esquivar los horribles padecimientos que contemplaron los habitantes de Londres. Se nos habla de lo complicado de establecer hasta dónde se falsearon los datos para no asustar a la población. De los charlatanes que intentaron sacar provecho de la plaga con supuestos remedios milagrosos. De lo complicado de hacer cumplir las ordenanzas sobre la cuarentena, y el sacrificio al que se vieron abocados aquellos a quienes se escogió para satisfacerlas. Un relato plagado de dolor y sufrimiento.

Defoe narra todo esto en primera persona, oculto tras el ficticio testigo que permanece en la ciudad durante todo aquel año de muerte. Deteniéndose de vez en cuando a hacer memoria sobre tal o cual hecho que presenció, las más de las veces. Refiriendo historias o rumores que oyó de otros, en ocasiones. Permitiéndose ir haciendo reflexiones al respecto de esos sucesos y la forma en que la sociedad reaccionó ante el desastre.

Respecto al modo en que desarrolla su narración, personalmente le achaco un cierto caos y reiteración. Se entremezclan las ideas, a mi parecer, mientras que ciertas anécdotas parecen reiterarse mediante pasajes que recrean variaciones de una misma historia. Entre ellas, la historia abunda varias veces en momentos de un patetismo emocional muy intenso al describir la agonía de los enfermos: desde la pérdida de la razón, pasando por la fuga sin destino o el abandono por parte de los familiares sanos. Esa sinrazón que se apoderó de la mayoría de los londinenses es la parte más interesante, pues Defoe retrata la forma en que la sociedad abandonó sus convenciones al imponerse el instinto de supervivencia sobre las normas aprendidas. Todo ello con un fuerte componente religioso, ya que el narrador demuestra una poderosa piedad cristiana y el profundo convencimiento de que sólo el Creador poseía el poder para apartar la plaga de la ciudad.


En todo caso, se trata de la vívida representación de este momento particular de la historia. Aún basándose en relatos de otros, el interés principal del autor fue trasladar al lector la angustia que habían vivido los supervivientes. Así que, incluso con sus limitaciones, "El diario del año de la peste" constituye una obra muy recomendable para los aficionados al periodismo histórico.

En lo referente a la "utilidad" del libro, sobre todo confieso que lo elegí porque su trasfondo me podía ser útil para el proyecto que me traigo entre manos. Y en ese sentido, cumple con creces. La descripción de la desbandada al cundir el terror es brillante en detalles. Igual que cada una de las anécdotas en las que los habitantes de la ciudad demuestran cómo se deshicieron las convenciones sociales (entre otras, resulta excepcional el momento del saqueo de una casa abandonada).

Además, todos esos datos sobre cómo el gobierno de Londres luchó por contener la enfermedad son muy interesantes. El modo en que se elegía a ciudadanos o profesionales para acometer las distintas tareas de la cuarentena resulta especialmente ilustrativo. Y hace comprender al lector la especial concepción de estas plagas en la época. Cómo se convirtió en un fenómeno itinerante durante muchos años, cayendo sobre una u otra ciudad mientras el resto del país y del mundo se limitaban a mantener alejados a los apestados. El esfuerzo por intentar que la rutina siguiera adelante plasma esa especie de claudicación de los gobernantes, incapaces de hacer poco más que aguardar a la remisión de la enfermedad. Así pues, y salvando las distancias marcadas por el tiempo, "Diario del año de la peste" puede proveer de muchos ejemplos prácticos a cualquier escritor que quiera plantear una obra en una tesitura similar.

jueves, 8 de marzo de 2012

La Sci-Fi Española, Reivindicada En Inglés

Añado hoy este breve artículo deseando hacerme eco de la noticia publicada en Noticias de Ciencia-Ficción (el blog de la TerBi). En ella reseñaban un artículo publicado en Broad Universe por Sue Burke, al respecto de la situación de la Ciencia-Ficción en España. Está en inglés, pero resulta muy interesante el análisis que hace, mediante las opiniones de varios autores y editores del género, sobre complejos y virtudes de quienes escriben y publican en nuestro país: La dificultad para reivindicarse de los autores nacionales, la apuesta por el e-book, el efecto fandom, los problemas de "crédito" del género... Disfrútenlo aquí.

lunes, 5 de marzo de 2012

"Un Trabajo Muy Sucio" de Christopher Moore

(Reseña previamente publicada en Melibro)

Vaya por delante que, quien suscribe esta reseña, es un declarado admirador de Terry Pratchett y Eduardo Mendoza en la misma medida en que lo fui de Tom Sharpe. Y por las mismas razones: su capacidad para hacerme reír a carcajadas con un humor ácido. Así pues, espero hacerme comprender al decir que mi última lectura me ha llevado a descubrir otro gran talento para la parodia literaria con el nombre de Christopher Moore.

“Un trabajo muy sucio” comienza con una tanda de chistes hilvanados de tal forma, que a uno no le da tiempo a dejar de reír antes de toparse con otro tan bueno o mejor. De hecho, difícilmente podría ningún lector resistir semejante ritmo si se prolongase por más páginas. Pero una vez que Moore ha logrado paralizar la sonrisa en el rostro de su público, dosifica esos momentos de humor brillante para que no podamos relajar la mandíbula mientras tengamos el libro abierto. Aunque, eso sí, se le debe reconocer también un extraordinario oficio para manejar la melancolía en los momentos que trata el tema de las personas moribundas.


La trama de la historia se centra en Charlie Asher, propietario de una tienda de objetos de segunda mano cuya existencia está marcada por la pertenencia a la categoría de macho beta. Su vida, sin embargo, se nos presenta bastante afortunada al inicio de la novela. Felizmente casado con una bella mujer que le quiere, van a tener su primer vástago. Y es en ese instante en el que sufre un vuelco terrible, al convertirse en padre y viudo al tiempo. Tragedia que aumenta al empezar a percibir extraños sucesos a su alrededor, el menor de los cuales es sospechar que está provocando la muerte a otras personas.

La búsqueda de una explicación a su situación llevará a Charlie Asher a toda una serie de situaciones hilarantes en las que se nos presentan a Lily, la joven y gótica dependienta que trabaja en la tienda de Charlie junto con Ray, ex-policía empeñado en encontrar su pareja por internet, además de Jane, la hermana lesbiana de Charlie, reparto al que se añaden un par de personajes recuperados de novelas anteriores de Moore: el inspector Rivera, al cual deberá convencer de que está actuando por una buena causa, y Minty Fresh, peculiar vendedor de discos usados, que resolverá las dudas respecto a la peculiar naturaleza de sus alucinaciones al explicarle que ha sido elegido para custodiar las almas de los recién muertos.

A pesar de lo que pueda parecer, su nuevo cometido sobrenatural no hará más que provocarle mayores quebraderos de cabeza. Primero, porque su apretada agenda de padre viudo se va a engrosar con la tarea de recoger las almas por todo San Francisco. En segundo lugar, porque las fuerzas de la oscuridad ansían esas mismas almas para convertirse en los señores de la muerte. Y, por último, debido a la obstinación de todas las mascotas de su hija Sophie por morirse en cuanto se quedan a solas con ella.

La trama, con sus momentos de acción alocada (impagable, entre otros, la llegada de los Cancerberos o el rescate con tintes Cyberpunk de Minty Fresh en su Cadillac), nos va llevando hacia el irremediable enfrentamiento entre Charlie Asher y sus curiosos aliados contra los aspirantes a sustituir a la parca. Una batalla que probablemente sólo puedan representar los Looney Tunes.

En definitiva, una lectura muy recomendable para aquellos que disfrutaran con “Buenos Presagios” y, en general, como recurso contra la solemnidad que rodea a la Muerte.

jueves, 1 de marzo de 2012

Otros Autores: Antonio Cuevas

El segundo invitado a esta nueva tanda de Otros Autores es Antonio Cuevas, hombre de diversos talentos relacionados con la escritura. En primer lugar, ya que se define como profesional del campo, es guionista. En su longeva carrera, es posible que hayamos dependido de los caprichos de Antonio al seguir alguna serie de televisión. Como medida de precaución, yo empezaría a vigilar los créditos de los programas que os gusten (no siempre se puede escribir a un guionista para pedir que la historia transcurra a nuestro gusto).
Además, a principios del año pasado Antonio tuvo suerte en su incursión con la prosa. Éxito del que varios blogs ya se han hecho eco, puesto que logró publicar "El caso del hada falsamente ahogada" gracias a Mundos Épicos. Una novela que presenta a Growyn, un elfo con talentos detectivescos en el mundo de las hadas y demás criaturas legendarias. Combinación curiosa esta del género policíaco con la fantasía, que además el propio autor amenaza con continuar en futuras entregas. Sin más preámbulos, pasen y lean. 1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo? La verdad es que ver una novela mía publicada es algo que siempre he deseado, desde pequeño. Soy de esos extraños seres que escribían relatos en su época escolar. Cada vez que en los deberes había que hacer una redacción, disfrutaba. Me gustaba que la leyeran mis compañeros. Además, siempre que podía me presentaba a concursos. Así que no es extraño que quisiera publicar. Sin embargo, aparte de algunos libros autoeditados, no lo intenté en serio hasta que escribí El caso del hada falsamente ahogada. Desde el primer momento en que me planteé esta novela, mi idea era ya que tenía que ser publicada. Tras muchos años con experiencia escribiendo, me sentía preparado para “dar el salto”. Debe haber un componente de ego importante en la idea de ver tu libro expuesto en una librería, supongo. 2. ¿Cómo ha sido, hasta ahora, tu experiencia en el mundo editorial? El mundo editorial es un negocio, así que entiendo que no apuesten por algo si no están realmente convencidos. Eso no quiere decir que sepan qué va a funcionar o qué no, pero deben tener sus criterios, acertados o erróneos, y hay que respetarlos. Dicho esto, conseguir publicar la novela me ha llevado más tiempo que escribirla. No sé si eso habla bien o mal de mi novela. O si habla bien o mal del mundo editorial. 3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras? De cualquier sitio. Cuando comienzo un proyecto nuevo, a veces me siento a reflexionar sobre qué me apetece escribir. Seguramente en ese momento me influya lo que esté leyendo, la serie que esté viendo, cualquier idea a la que haya ido relegando una y otra vez… Otras veces es la propia idea la que me asalta de repente. Eso ocurre porque ya he estado dándole vueltas a la idea de escribir algo y cualquier detonante te puede sugerir una historia: una conversación escuchada de refilón, un dibujo, un sueño, una frase leída en cualquier sitio… Y muchas veces tengo una idea pero sé que no es el momento de ponerme a desarrollarla, por lo que la apunto y la dejo ahí, por si alguna vez la retomo. De esas, tengo varias aguardando. 4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela? Mi medio favorito es la novela, porque permite crear una historia con un principio y un final y jugar con los personajes, con los giros, con las expectativas del lector y te deja tiempo para familiarizarte con ella. El relato tiene de bueno la inmediatez, que no tardas demasiado en escribirlo y que puedes experimentar más sin miedo. Pero aún así me gusta más la novela tanto para escribir como para leer. Sin embargo, siempre tengo algún libro de relatos en la mesita de noche, y cuando leo una novela larga, suelo intercalarlo. 5. ¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir? Creo que mi profesión de guionista me ha influenciado muchísimo. Sobre todo porque es una profesión que se basa en escribir, y eso me ha creado unos hábitos de trabajo que irremediablemente he trasladado a mi labor como novelista. Además, estar tan atado a una estructura en mi profesión, me ha hecho darle mucha importancia y me preocupo mucho para que mi novela tenga también una estructura muy sólida. 6. La pastilla azul hace que seas un Best-Seller mundial. La pastilla roja hace que te estudien en la escuela cuando pasen los años. Tú eliges.... Sin duda, la pastilla azul. Me gusta tanto escribir, que me gustaría poder ganarme la vida sin tener que hacer otra cosa, y eso sólo lo consiguen los best sellers. 7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar? Depende. Hay periodos en los que he conseguido establecer una rutina diaria, y la verdad es que coincide con los momentos en que más avanzo escribiendo. En otros periodos soy un poco más errático y puedes ser que un día escriba seis páginas y otro, ninguna. Influye en esto que esté trabajando en una serie o no, que tenga otras cosas que hacer o no y los avatares de la propia vida. Por ejemplo, tuve una hija hace año y medio, y eso afecta muchísimo a tu manera de organizarte.
8. ¿Hay algún manuscrito que guardes en un cajón porque aún no lo consideres suficientemente bueno? Todo lo que escribo me parece suficientemente bueno. No, en serio. Los manuscritos que he ido guardando se han ido perdiendo, literalmente. No sé dónde estarán. Aunque me da un poco de rabia, tal vez sea lo mejor. 9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario... Justo en estos momentos estoy escribiendo la segunda historia de Growyn, el elfo detective. Esta vez no trata sobre un asesinato, sino sobre un robo. Acabo de empezar, así que aún queda mucho para que la termine. Y como la cabeza es libre, tengo otro proyecto sobre un asesino en serie y su relación con su familia en una carpeta del ordenador con los personajes desarrollados y unas líneas de trama también algo desarrolladas. No se trata de una novela de investigación, sino algo más psicológico. Es una novela realista, pero supongo que hasta que no termine con la segunda de Growyn, no volveré a este proyecto. 10. ¿Qué libro rescatarías a toda costa de tu biblioteca? Este tipo de preguntas siempre es un poco difícil de responder. Es imposible rescatar un solo libro, así que rescataría mi e-book, que tiene dentro un montón de libros. Y si me obligas a llevarme un solo libro en formato tradicional, tal vez El señor de los anillos podría ser una elección por lo mucho que me influyó y porque hace mucho tiempo que no lo releo. 11. Qué te falta por hacer ¿Plantar un árbol? ¿Tener un hijo? Como te he dicho, tengo una hija. He plantado más de un árbol y he corrido varios maratones, algo que por cierto reflejo en mi colección de cuentos Maratón: la vida en cuarenta y dos kilómetros (y pico). Pero no he montado en globo ni he visitado África, dos cosas que tengo en mi cuenta de asuntos pendientes. A lo mejor puedo hacer las dos cosas de una vez. 12. ¿Con qué personaje literario te identificarías? Vaya, otra de esas preguntas que me siento incapaz de contestar. Supongo que cada vez que leo una novela me identifico con aspectos concretos de los personajes, y eso hace que me sumerja en su mundo, pero no puedo recordar ningún personaje con el que me sienta plenamente identificado. Bueno, tal vez con el protagonista de Memorias de un mindundi, pero claro, es un libro con los recuerdos de mi infancia. 13. ¿Edición tradicional, o edición digital? La forma de edición me resulta un tanto indiferente. Lo importante es que se sigan editando buenos libros, si los leemos pasando páginas de papel o en formato electrónico es lo de menos. Hablo como escritor y como lector. 14. Aparte de escribir, ¿practicas alguna otra disciplina artística? Me hubiera encantado tocar algún instrumento musical. Me matriculé en clases de guitarra y en clases de solfeo en la adolescencia y descubrí que tengo un oído nefasto, así que es una vocación frustrada. 15. ¿Qué expectativas tienes, a nivel literario, a partir de ahora? Como sueño, me gustaría poder escribir lo que me apeteciera y vivir de ello. Como expectativas más realistas, deseo que pase esta dichosa crisis para que pueda seguir trabajando en la tele sin tener que cobrar precios de hace diez años; y espero que al terminar la segunda novela de Growyn, el elfo detective, pueda publicarla y que guste lo suficiente como para que me anime a escribir la tercera, y la cuarta… Y también me gustaría que tener ya un libro publicado me abra las puertas para escribir otro tipo de historias y encontrar editor. Todo se andará.