viernes, 10 de junio de 2011

Asomando la cabeza


No voy a negarlo. 2011 empezó bien, me hice ilusiones... y de pronto me encontré metido dentro de un banco de arenas movedizas. Y ahora, por fin, seis meses después de engullir uvas a voz en grito, parece que voy saliendo de ese pozo.

No son grandes cosas. Quizás poco más que dejar ver la frente. El caso es que me propusieron entrevistarme hará una semana o así, y como la oferta vino adornada con algunos piropos artísticos lo cierto es que me infundió bastantes ánimos. Sobre todo un comentario al estilo "están tardando en publicarte lo último que hayas escrito", que con la espera que voy acumulando me hace plantearme si no tendré que arrojarme en los brazos de la autoedición.

El otro factor de esperanza es que estoy consiguiendo sacar adelante una novela corta de terror que, dicho sea, no entraba en mis planes durante este año. Pero me comentaron que podía tener opciones de publicarla y, tras dar palos de ciego con otra trama que también tenía a medias, acabé por ponerme a ello. Además, la idea original parte de un cuento corto que quise escribir para echarme unas risas con los amigos. Pero a medida que iba desarrollando la historia me fui dando cuenta de que la cosa se alargaba sin solución de continuidad, y tenía claro que necesitaría más de quince o veinte páginas para completarla. Así que parece que esos meses de quedarme en blanco delante del papel se van quedando atrás.


(aquí debería ir una foto de Schwarzenegger asomando del agua, pero internet no ha querido colaborar)

Aunque nunca logro cumplir los plazos que me impongo (suelo ser bastante optimista respecto a mi velocidad de escritura y al volumen de palabras por páginas que voy a completar), el argumento general lo tengo tan claro que ahora las escenas me van surgiendo con relativa facilidad. De momento sólo estoy escribiendo pasajes sueltos, porque sé que no soy capaz de escribir una historia tan larga de forma lineal. Así que esperaré a que me quede poco para alcanzar el límite de palabras impuesto, y entonces empezaré a organizarlo todo (un sistema que me permite, por otra parte, más libertad con la estructura de la trama). Hecho lo cual me gustaría registrar un borrador final antes de que acabe el verano.

Lo malo es que será el momento en el que me tocará volver la cabeza hacia ese montón de cuadernos y notas que aguardan en la "estantería de trabajo" (junto con un prólogo y un primer capítulo esbozado) para atacar de nuevo la primera secuela de lo que pretende ser mi saga victoriana-sobrenatural. A ver si la suerte acompaña y ya he recibido una oferta para editar la novela inicial (mantendré los dedos cruzados)...

4 comentarios:

  1. Cómo nos aplasta la realidad. Me alegro por esa novela corta de terror. ¿una novela victoriana y fantástica? ¡A la carga!

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  2. Bueno, la novela de terror va ya por más de la mitad del espacio que tengo como límite. Y lo cierto es que aún tengo dudas, porque soy más de crear ambientes misteriosos que de crear terror (o eso pienso, ya veré cuando se la deje a los lectores)

    Y la victoriana... pues sí, tengo muchísimas esperanzas depositadas en ella (creo que podría tener éxito entre los lectores de Hellboy y la Liga de los Hombres Extraordinarios).

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  3. Hellboy... A mí me entusiasmó. Suerte con el proyecto.
    Saludos.

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  4. :)

    Muchas gracias Igor. Yo también estoy muy ilusionado, y cruzo todos los dedos que puedo a diario.

    Por cierto, se te ha colado este comentario en un articulo posterior. Supongo que la brevedad de la nota sobre la entrevista te ha confundido... :P

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