viernes, 21 de mayo de 2010

... Pero la fama cuesta!!

Titulo hoy el artículo con la mítica frase de la serie "Fama", que se puede aplicar a cualquier aspirante a best-seller, actor de renombre, concertista, arquitecto... Y es que lo de hacerse un hueco en el mundo profesional no es sólo cosa de decir "¡aquí estoy!" y esperar que los demás nos suban en brazos. Sobre todo cuando el salto lo das desde un escalón tan modesto como el mio...

Y aquí está un servidor, enfrentándose a una nueva faceta de la promoción literaria con la sana intención de que le conozca alguien más que la familia y amigos (bueno, vale, estoy bromeando, que sé que unos cuantos ejemplares ha vendido la novela por ahí entre aficionados a la ciencia-ficción). Eso sí, de momento sólo lo voy a decir "con la boca pequeña", por aquello de que tengo confirmación pero me faltan datos:

Feria del Libro de Madrid, día 11 (Viernes). Firmaré ejemplares (comprados "in-situ" o traídos de casa) en el stand de Generación-X (caseta nº 49) a partir de las 19:00. Procuraremos tener a mano el Valium para remediar los posibles temblores nerviosos, y una chuleta con dedicatorias por si me quedo en blanco.

¡¡¡Ay, Diox, qué nervios!!! Y aún queda casi un mes...

Editado: Algo más de información al respecto en el blog de "El Secreto de los Dioses Olvidados".

miércoles, 19 de mayo de 2010

En curso


A pesar de que este mes de Mayo debía de disponer de más tiempo, al estar a la espera de que lean el manuscrito de la última novela mi grupo de "críticos", al final apenas le he dedicado tiempo al blog. Parte de la culpa la tiene el hecho de que he comenzado un Curso de Escritura. Quizá pueda sorprender, pero llevo dos semanas inmerso en él y la verdad es que me absorbe más tiempo del que esperaba.

Desde el otoño pasado no me había centrado más que en mi último proyecto, así que me planteé la inscripción en el curso como la mejor manera de conservar la rutina escritora. Y, sobre todo, como una forma de apartar de la cabeza el manuscrito recién acabado hasta que llegue el momento de la reescritura.

No sé si quienes también escribís habéis pasado por lo mismo, pero yo siempre me he dejado llevar por el instinto. Al escribir, iba usando aquellos recursos que había visto en alguna obra y que me parecían buenos. Hasta ahora, mis "maestros" en esto de la narrativa habían sido algunos manuales sobre el tema y fascículos sueltos de cursos que he ido adquiriendo. Quienes han recurrido también a estas fuentes sabrán lo complicado que es asimilar y seguir todos los consejos que se acumulan, aunque repasándolos de vez en cuando acabas por ir asimilando los que mejor te vienen. Y si yo no había dado aún el paso hasta el nivel del "curso tutelado" se ha debido más a dificultades para encontrar tiempo libre o la simple deficiencia de fondos con los que pagar las clases.

Hasta ahora, la cosa va bien. Aunque soy bastante crítico como me es posible con todo lo que escribo, me gusta que me indiquen nuevas aristas que pulir. Además, me impone la tarea de acometer ejercicios obligatorios. Así que trabajo aspectos que, de otra manera, podría soslayar o ignorar directamente. A eso hay que unirle también todas las notas que me van haciendo sobre cómo mejorar mi narrativa, algo que me interesa por encima de todo lo anterior. Al final del curso, espero haber descubierto "malos vicios" que pueda eliminar de mi estilo y tener unos cuantos buenos consejos para mejorar. Y no es que mis amigos no me den ideas útiles y sus críticas no sean constructivas, pero a todos nos pasa que intentamos no herir al autor en esos casos. Y para mejorar, también interesa que te señalen los errores de forma clara.

martes, 11 de mayo de 2010

R.I.P. Frank Frazetta


Supongo que quienes sólo lean esto por su interés con la literatura, no tengan muy claro quién es ese Frank Frazetta al que quiero rendir homenaje hoy, fallecido a los 82 años por un derrame cerebral.

Pues a Frazetta se le puede considerar como uno de los más grandes ilustradores de Ficción y Fantasía del siglo XX. La iconografía de Conan y sus imitadores le deben muchísimo a las ilustraciones que hizo para las ediciones en inglés de sus aventuras, aunque también trabajó con la imagen de Tarzán y otros héroes literarios de la época. Las revistas "pulp" de ciencia-ficción tuvieron el honor de contar con sus trabajos (al óleo, la mayoría de las ocasiones) durante muchos años.

Yo descubrí a Frazetta en la etapa de mi afición al dibujo en la que me interesaba la ilustración. Por aquel entonces, sin poder económico como para comprar los carísimos libros de Vallejo, Royo, Olivia, o Frazetta, me debía conformar con coleccionar cartas que reproducían sus obras. Y por esos años (principios de los 90), me topé con la película "Heavy Metal" y "Tygra, fuego y hielo". Ésta última, aunque mucho menos conocida que la lisérgica versión animada del famoso magazine americano, fue sin embargo obra en su mayor parte de Frazetta. Una pieza de espada y brujería al más puro estilo de esas novelas que había ilustrado, animada con la tecnología del rotoscopio. Todo ello confluyó para que admirase a alguien con la capacidad de imprimir tanto dinamismo e insinuar tanto con los trazos del pincel.

Personalmente, coloco a Frazetta al nivel de Asimov. Una estrella que me maravilló en la juventud, cuya carrera comenzó antes de la primera mitad del siglo XX y que está impregnado de esa extraña belleza de la primera ciencia-ficción, inocente y desbordantemente imaginativo.


Como ejemplo de su trabajo cuelgo esta "Reina Egipcia", una ilustración que siempre me cautiva. Es quizás de las más contrapuestas a su corriente habitual, cargada de fuerza y violencia. La pose de la muchacha es pura calma. Y la combinación de colores (incluso para un daltónico como yo) es estupenda.


Descanse en paz, maestro.